5 claves para limpiar aluminio

El aluminio es un material que cada vez es más usado por los profesionales de la construcción, debido a su gran resistencia, durabilidad y bajo mantenimiento. Las ventanas y puertas de aluminio son perfectas para colocar en cualquier estancia, ya sea en el hogar o en negocios, y existe una amplia variedad de colores y formas. 

Si tenías pensado en instalar ventanas o puertas de aluminio en tu casa o proyecto, es normal tener en cuenta su cuidado para que dure lo máximo posible. Por eso, es importante mantener las ventanas y puertas de aluminio para que no se deterioren rápidamente y siempre luzcan intactas. Pero, ¿Cómo podemos limpiar aluminio? A continuación, te damos las claves para limpiar aluminio correctamente. 

5 claves para limpiar aluminio 

1. Se recomienda eliminar primero los excesos con agua para eliminar la suciedad superficial. De esta manera, el trabajo será mucho más fácil. Además, evitarás que el aluminio se raye con alguna partícula que pueda haber. Puedes utilizar una esponja suave, un paño de micro fibra u otro material que no deje restos, evita las esponjas rasposas que rayan la superficie. 
2. Es importante la dirección en la que limpiamos la superficie. Es preferible hacerlo en movimientos horizontales, de ida y vuelta, para tener un resultado homogéneo. Evita los movimientos circulares.
3. Utiliza el producto adecuado para que el aluminio de puertas y ventanas quede impoluto. Lo mejor, es limpiarlo con amoníaco diluido en agua. Te recomendamos el Limpiador Amoniacal, un higienizante desodorizante biodegradable, compuesto de tensioactivos secuestrantes, aceite de pino y amoníaco. Tiene un gran poder de limpieza y elimina fácilmente la suciedad gracias a su buen efecto desengrasante. Se trata de un producto alcalino, ideal para zonas de aguas blandas y es apto para el uso en la industria alimentaria. Además, no es corrosivo, aunque cuente con una alta concentración y actúa penetrando en el poro, secuestrando la grasa de su interior. Antes de usar, se diluye en agua del 0.5% al 1% y se aplica directamente sobre la superficie, en este caso en aluminio, con la ayuda de un paño. Con el limpiador amoniacal no necesitas secar el aluminio. Por lo que hace mucho más fácil su limpieza.
4. La frecuencia en la que se recomienda limpiar las ventanas y puertas de aluminio -o cualquier otro equipamiento formado por aluminio- es una vez al mes, dependiendo de la zona en la que vivimos o el propio clima. Aun así, un mes será suficiente para mantener el aluminio impoluto. 
5. Puedes hacer uso de guantes para evitar el contacto con la suciedad y cualquier producto. 

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Teniendo claro ya cómo limpiar aluminio, también existen zonas -ya sea en el hogar, en negocios, pabellones y grandes superficies- cuya limpieza se debe poner mayor atención, como son: los aseos, lavabos, grifería, vestuarios colectivos, electrodomésticos, etc. Se trata de materiales en que lo que buscamos es un producto que nos proporcione mayor efectividad. En este caso, te recomendamos el Limpiador Antical, un compuesto jabonoso con ácido cítrico y tensioactivos para eliminar cal incrustada, restos de jabón y materia orgánica. El ácido que contiene es perfecto para zonas de aguas duras, ya que favorece las aspiraciones de manchas de cal y se adapta a todo tipo de superficies resistentes a los ácidos. Además, actúa rápidamente y, a la vez, perfuma el ambiente, dejando un olor agradable. 

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Ahora ya sabes cómo limpiar las ventanas y puertas de aluminio, y el aluminio en general, Y, además, si has llegado hasta aquí, has podido descubrir nuestra recomendación para eliminar cal incrustada.

Esperamos que te haya servido de ayuda este artículo y te recordamos que puedes acceder a nuestra web para descubrir más productos relacionados con la construcción y mantenimiento. Y, si aún tienes dudas, contáctanos, estaremos encantados de poder ayudarte.

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